¿Cómo saber que tienes el virus de la condescendencia o cómo evitar contaminarte?
Todos estamos de acuerdo en que una de las premisas globales de un buen Gerente es la búsqueda del mejoramiento continuo y así debe ser, sin embargo, hay momentos donde sin darnos cuenta podemos incurrir en conductas toxicas que pueden afectar negativamente toda nuestra labor.
Una de las conductas tóxicas que ha venido a convertirse en recurrente en algunos individuos es la del SER CONDESCENDIENTES, ya sea en nuestra vida personal o familiar y adquiere mayor significancia cuando la manifestamos en nuestro ejercicio profesional, siendo lo más perjudicial, que muchas veces ni notamos que la estamos ejerciendo.
El acto de pretender deshacerse de alguien, diciéndole: SI, SI, SI … para al final darle un NO en términos prácticos, es realmente un acto de soberbia y en pequeño grado un acto de desprecio lo cual es decepcionante y solo demuestra una gran falta de educación, respeto y capacidad de comunicación. (terrible antecedente para un Gerente).
Generalmente a las personas que actúan de este modo los catalogan de engreídos, insoportables o patanes y se ganan el rechazo de la gente (aunque produzcan buenos resultados en términos de números en sus áreas).
Otras veces ni siquiera es por soberbia, el gerente tiene la buena intención de ayudar o solventar la necesidad de su interlocutor y le ofrece atender la situación y darle una respuesta pero luego no lo hace. Frases como: «Disculpa, te lo resuelvo mañana… llámame la próxima semana… estuve muy ocupado…» ¿Les resultan conocidas?
Elena Bellver en su artículo “Cómo lidiar con personas condescendientes», (OK Diario, Julio, 2017) complementa esta idea explicándonos que el término condescendencia tiene dos acepciones una positiva y otra negativa:
En su acepción positiva, la actitud condescendiente tratara siempre de ser complaciente con los demás, no contraria a nadie, ni emite opiniones, inclusive puede demostrar eventual empatía(amabilidad) y trata de ver el punto de vista del otro, como cuando sabiendo que alguien esta errado en sus opiniones no se opina para no perder nuestro tiempo o entrar en discusiones inútiles.
En la acepción negativa, la actitud condescendiente es la que se ejerce partiendo de una creencia de superioridad en algún nivel, (como el caso de algunos empleados públicos) que se comportan de forma aparentemente amable y paciente con el público, pero partiendo de una base de falsedad. (Recordemos el SI SI SI, PERO…NO). En ambos casos puede llegarse a interpretar esta conducta como una amabilidad fingida.
No quisimos cerrar este año sin compartir nuestra experiencia al respecto, porque consideramos que esta conducta puede echar por tierra todas las virtudes que un Gerente se haya desarrollado y puede dejarlo muy mal visto por todos. (Léase directivos, colegas y colaboradores).
Entonces, ¿Cómo evitar la condescendencia cuando somos Gerentes? Antes que nada, cambiando las actitudes de falta de solidaridad soberbia y rudeza y evitando incurrir en los siguientes errores:
Error # 1 Falta de Humildad, considerarnos superiores y por ello actuar con pedantería.
Error # 2 Ser Irrespetuosos y desconsiderados para con nuestros interlocutores ni por nadie que no sea de nuestro más absoluto interés, ni por acción ni por omisión (todo y todos deben ser importantes, y debemos saber asignar un momento para cada persona y situación.
Error # 3 Falta de calma y centro, estar tan inmersos en multitud de asuntos a resolver que no podamos prestar atención ni a las peticiones que recibimos ni mucho menos a las ofertas y promesas que hacemos, tan solo para salir del paso.
Error # 4 No estar presentes: En la actitud Gerencial de querer serle útil a quien nos contacta, así como ser solucionadores de problemas, no estar integrados en mente cuerpo y alma con este objetivo nos puede dispersar y hacernos lucir condescendientes en algún momento.
Recuerda siempre que SER un gerente es liderar y no someter por coacción y que tu misión como líder es ganarte el seguimiento de tus colaboradores basado en el respeto y no en el temor y que, para liderar y guiar, la gentileza es la gran herramienta que puedes usar ya que es el idioma que ven los ciegos y escuchan los sordos
Esperamos que estas reflexiones sean de su interés y un aviso para evitar lucir conductas inapropiadas con los colaboradores, directivos, proveedores o clientes que tengamos a nuestro paso.
Un cordial saludo
Ernesto Lazzeri y Lilian Salama
www.avanceintegral.net/blog
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